Quiero...
Quiero que me mires como nunca lo hizo nadie. Y no necesito que me mire el corazón mas sí tu mirada. Que me mires y no digas nada, pues ya lo estás diciendo todo. Que me calles como sólo tú sabes: lento, pero salvaje. Y recorramos juntos el camino que forman nuestros besos. Quiero que me abraces cuando no sea el momento y me calmes cuando entre en erupción. Que caminemos por bordillos eternos con ese continuo balanceo y volvamos uno a otro cuando más daño podamos hacernos. Quiero tardes de peli y manta sin necesidad de lluvia. Y que en el calor de nuestros cuerpos, encontremos esa corriente eléctrica que frena y recarga. Que vengas sin pronunciar palabra, suspiro o mirada y que me abraces. Me abraces y abras los cerrojos encerrados bajo el iceberg que derrite mi alma. Quiero que me enseñes a vivir desinhibido y a ganarle la batalla a los besos prohibidos. Que me cures las heridas, me cosas la alegría y me mediques contra la hipocresía. Que desayunar(nos) sea solo el