GRABADO EN TINTA

A ti. Que llegaste a mi vida para ponerla patas arriba. Que, sin esperar, te estaba esperando y, ahora, ya estás aquí. Volvería a ti. Al día donde nuestras manos se tocaron por primera vez, a ser tu cómplice a escondidas, a no dejar de mirar y mucho menos pensarte. A ti. Que me has enseñado que no existe la monotonía y me has dopado de alegría. Que consigues que el silencio hable y los momentos nunca acaben. Que miras dentro sin importar si llueve fuera, que me abrazas mientras acaricias mi espalda y susurras un te amo que inunda mi mundo gris. A ti. Que sin ser, eres. Que me retienes y mantienes despierta aunque mi mente no lo pueda resistir . Que me inspiras, respiras, miras e hipnotizas. Que recoges mis lágrimas y encuentras respuestas bajo unos labios que ya no saben vivir sin ti. A ti. Que aun sabiendo de rompecabezas, sigo sin comprender cómo llegamos hasta aquí, que las risas se quedan cortas y las palabras brillan por si solas; pero mejor si salen de tu boca

Ojalá quieras estar conmigo en la cama. Que nos miremos a los ojos y sobren las palabras. Que te delate el brillo de tu mirada y me invada. Ojalá no tuviera que soñar contigo para que estés a mi lado. Que las buenas noches fueran reales y los besos interminables.  Ojalá recostarme en tu pecho mientras acaricias mi espalda, oír tu corazón y susurrarte que me encantas. Ojalá y perdernos entre las sábanas para encontrarnos en mitad de una noche desnuda y blanca. Que me abraces de madrugada sin importar si estoy acostada y me beses como si no hubiera un mañana. Ojalá llevarte el café a la cama, usar tu chaqueta de pijama y poder acariciarte la cara. Ojalá nada cambie después de todo. Que si hay peleas sean de almohadas y las cosquillas mi única arma.  Ojalá inspeccionar tu cuerpo adictivo, recorrerte lento y bailar contigo. Que aumente la temperatura y todo sea inconmensurable perfecto. Ojalá viajar sin destino fijo, perdernos en nuestras curvas y salir a flote de la aventu

Me gusta. Me gusta tu manía de picarme, comerme, conocerme y no soltarme. Me gusta mirarte y que me sonrías, que al darme la vuelta sigas ahí, que vengas cuando estoy mal y me abraces. Me gusta que me hagas saltar con tus cosquillas, que me obligues a mirar y que siempre quiera más. Me gusta que me beses el cuello mientras exploras mi pecho, que gima mi boca y la respiración se me corta. Me gusta el marrón de tus ojos sobre los míos, que nuestras manos encajen y el tacto de tu piel me relaje. Me gusta que te guste mi locura. Me gusta mirarte, disfrutarte, saber que te tengo. Y no, no me gusta el café, pero soy capaz de tomarlo si es a tu lado . Me gusta estar bajo la lluvia en tus brazos, que me acerques por sorpresa y me abraces. Me gusta mi nombre cuando sale de tus labios, que me des tiempo y no te enfades. Me gusta saber que te tengo incluso cuando no estás, que no te vas a marchar, que puedo hablar sin cortarme y que vas a escucharme. Me gusta que te guste,

Muéstrame cada parte de tí. Tus manías y gustos. Lo que te hace feliz. Muéstrame la tristeza de una mirada perdida, que no hundida, que pide ayuda a gritos en una noche gris. Muéstrame los lunares de tu cuerpo para trazar un mapa sin detonantes y acabar en el tesoro de tu boca. Besarnos lento, atraparnos, que me abraces y no soltarme. Muéstrame el color de tus mejillas después de hacerlo, tu mirada penetrante y sonrisa hipnotizante. Que te duermas al acariciarte y así poder susurrar lo que nadie sabe. Muéstrame el sonido de tu risa cuando se junta con la mía. Déjame buscarte los defectos para encontrarlos perfectos y apoyarme en tu pecho que es casa y engancha. Muéstrame una noche sin cama y el asqueroso café de las mañanas. Que no es cuestión de todo o nada, pero sí de un dale y avanza. Que los abrazos matan y los besos recargan. Muéstrame tus miedos. Esos que no te dejan dormir. Y déjame que me los lleve de paseo por la senda del olvido. Déjame cuidarte, mimarte, que

Déjame decirte que aún no sé cómo hemos llegado a esto. Cómo has llegado a mí. Cómo has quebrado mi barrera de piedra helada colándote por grietas dolientes y saber que, todavía, sigues aquí. Y que seguirás allí cuando no lo vea, no lo sienta, no lo quiera o, simplemente, no pueda. Déjame decirte que todo se nos fue de las manos. Que sin pensarlo, todo acabó pasando. Y que esto seguirá avanzando. Porque quiero ver tu sonrisa en mi mirada y que sientas la mía mientras te beso. Quiero comerte la boca y morderte hasta que digas basta. Susurrarte palabras sin sentido mientras viajo por el universo de tu cuerpo. Que todo empiece en el pelo pero acabemos por los suelos.  De amor.  De risa.  Por tonterías.  O haciéndonos cosquillas. Quiero que me inhabilites en el cuello, espalda, pierna y alma. Que me abraces como sólo tú sabes, que seas camisa de fuerza y vuelvas a repararme. Y que en el silencio, nuestras manos se fundan sin preliminares y no se separen. Quiero q

Mírame y dime que ya no te importo. Que todo fue un error del pasado que se repite cada año. Que todo se acabó y que nunca se va a volver a repetir.   Mírame y dime que ya no sientes nada. Que cuando te emborrachas no aparezco en tu mente y me recuerdas. Nos recuerdas . Cuando todo era perfecto y no había dolor.  Mírame y dime que no me necesitas. Que estás bien. Pero esta vez de verdad, que ya conozco esa mentira. La constante excusa para que me vaya pero siga preocupada.  Mírame y dime que después de vetarme, no vas a volver. Que lo nuestro se acabó, pero que fue bonito mientras duró.  Mírame y dime que sin mí estás mejor. Que ya no necesitas mis piernas de almohada y mis caricias de anestesia. Que los mensajes ya no sirven de nada y que ni siquiera me tienes agregada.  Mírame y dime que todo fue mentira. Que para tí fui un simple juego. Que quedaste enganchado. Y que no  lo puedes dejar .  Que mis abrazos ya no te calman y mis besos relajan.