Mamihlapinatapai...
*Mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean pero que ninguna se anima a iniciar. Pienso que te conozco y me doy cuenta de lo poco que sé de tí. Que llegó un punto que dejamos de hablarnos y, al final, volvimos a encontrarnos en un camino borrado por la borrasca. Suena ilógico que no supiéramos de nuestra existencia cuando ahora no concibo una sin ti en ella. Créeme cuando te digo que me has atravesado hondo con tu daga envenenada, rompiendo la oscuridad de una mirada que grita por dejar de ser aplastada. Y mírame con tus lagrimas empapadas en todos esos recuerdos que, por una vez, no se quedaron en nada. Y chilla y grita y corre y salta. Pega y descarga. Descarga contra el muro que cierra y no pasa. Que te agrieta, corta, desangra y desgarra. Y todo vuelve a empezar. Tú. Yo. La noche y la nada. Y me miras sin que te diga palabra, creando un silencio que no mata y relaj