Un día pasa y simplemente lo sabes, lo notas y descubres que es el verdadero, que no hay nadie que te hagas sentir lo mismo. Que te llame a altas horas de la mañana para preguntarte qué tal estás tras haber estado llorando toda la noche, siempre acompañado del típico FEA que para tí suena a gloria. Un día pasa y simplemente lo sabes, tienes una visión de cómo tu vida va a ser a partir de ahora. Como esos brazos son los frenos de tu paracaídas, los que te dicen «Respira, relaja, ya estoy aquí, nada malo puede pasarte » Un día pasa y simplemente lo sabes. Sabes que ha llegado el momento de dar un paso al frente, pasar al siguiente nivel, matar a ese miedo que habita en el interior de nuestro cuerpo y cruzar al otro lado. Porque es el momento de tener algo más serio, dejar atrás las escapadas de adolescentes y salir a la aventura en un juego llamado mundo. Un día pasa y simplemente lo sabes. Que nunca nadie podrá entrar en esa burbuja que te protege, que limita t