Entradas

Mostrando entradas de junio, 2016

Epifanía...

Imagen
A veces me gustaría ser una de esas personas que no necesita dar explicaciones. Ni dónde, ni como, ni cuando. Me gustaría ser como los demás. Esos que no les importa tomar hasta reventar con tal de olvidar. Dicen que lo común aburre, pero lo diferente puede llegar a cansar. Y digo que a veces, sólo a veces, me gustaría ser lo que algunos consideran normal .

Fecha de caducidad...

Imagen
Pensamos que las cosas no terminan nunca, ignoramos su fecha de caducidad y con ello todas sus consecuencias. Tendemos a pensar que los segundos son eternos, que el tiempo no corre y la vida no se escapa. Olvidamos esa pistola en nuestra espalda la cual nos mantiene alerta de que aún seguimos aquí, o allí, o donde tus pies quieran llevarte. A veces, sólo a veces, prometemos amores imposibles, sueños rotos o, simplemente, lo primero que salga de su boca. Pienso que lo hacemos por no sufrir, por no hacer daño a las personas que queremos... Pero no nos damos cuenta de la reacción inversa que esas decisiones causan en nosotros. No haciéndole daño a alguien te lo dejas de hacer a tí. Nos da miedo perderlos, dejarlas marchar y por eso intentamos evitarles todo ese dolor que nosotros mismos nos provocamos. Yo digo: vive la vida como si cada día tuviera caducidad. Olvida esa pistola que nos mantiene despiertos y comienza a disfrutar ya que el pasado es lo único que no podemos rec

Sobrevivir...

Imagen
La vida es como un libro. Al principio entretenido, adictivo, roba tiempo... Luego llega la trama, allí donde cada uno se ve reflejado de una manera u otra, o como a mí me gusta llamarlo: el quebradero de cabezas . Por último encontramos el final, ese al que nunca queremos llegar. Ya sea por no olvidar ese mundo en el que somos libres o no vivir en el que nos corresponde. El caso es que nadie quiere nunca que el libro termine ya que nunca habrá más. Así es la vida, un libro con fecha de caducidad desconocida. A veces me da por pensar en por qué nos reflejamos en los personajes de nuestras novelas favoritas o por qué simplemente  hay gente que no puede parar de leer. Yo misma sé la respuesta, pero me da miedo afrontarla. Solemos buscar un mundo alternativo a ese al que verdaderamente pertenecemos, matando a la realidad para vivir en la fantasía. Nos creamos una nueva identidad olvidando quién somos en nuestro día a día, escondemos esas manías para poder sobrevivir a todas