Reminiscencia...


Aunque me lo pidas, grites y supliques yo huiré de eso. Y si nos encontramos por un instante, evitaré mirarte. Que no pensarte. Y recordar que todo acabó por un estúpido malestar, de esos que duelen al respirar, comer, beber y bailar. De esos que ni tú ni yo supimos solucionar. Mirarte la cara y observar esa mirada furtiva, que no adictiva.

Debo de ser de esas personas
que observan pero no ven, 
oyen pero no escuchan, 
sienten pero no aman.

No me hables de mí, tampoco de tí, ni mucho menos de nosotros. Eso ya nos queda grande. Algo inefable que a día de hoy sigo sin poder explicarme. Que el hueco cada vez se hizo más grande y mis sentimientos empezaron a olvidarte.

No yo, 
ellos.
Que ya no sienten frío 
ni hambre

Es irónico pensar que tú te alejaste. Quizás fui yo y únicamente busco un culpable. No sé en qué momento comencé a perder(me), tampoco como superé este trance, por no hablar de los mensajes.


No quiero que cometas el mismo error que yo. Pues amor es tener el corazón roto y aún así darle cada pedazo a esa persona que las destrozó, porque sabes que solo ella las podrá volver a juntar.

Y tú, no lo lograste. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oct. 20

Vis a vis...

El Primer Paso...