Respirar...


Llega un momento en el que uno dice basta. Basta de ver al pobre chico de siempre en la esquina del pasillo temblando de miedo, no de frío como muchos creen ya que no funciona la calefacción.

Basta de intentar copiar a esa gente que, a veces, se cree superior simplemente por marcar tendencia con su forma de vestir, andar, hablar, actuar...Son solo formas, posiciones que cualquiera que se lo proponga acaba alcanzando. Pero nos estaríamos engañando no dejando respirar al yo escondido bajo unos pitillos que no nos dejan caminar, bajo kilos de maquillaje que, al fin y al cabo, no borra más que tu belleza natural.

A esto hay que sumarle todas esas poses que adoptamos creyéndonos los reyes del universo cuando, verdaderamente,

no acaba de comenzar la peor parte.

Basta de intentar ser como los demás ya que la gran mayoría de ellos no muestran esa persona auténtica que se esconde bajo todas esas mentiras que deciden soportar.

Basta de los estereotipos. Esos que dicen que las niñas deben ser obedientes, tranquilas, tiernas, ordenadas y que deben comportarse de ciertas maneras por el hecho de ser mujer. Uno no decide dónde ni cómo nace, eso es algo que viene incluido en el pack. Nunca nadie tiene la culpa de ello y no por eso deben cumplir unas normas dictadas por la sociedad hace no se sabe cuánto.


Basta de creer al 100% a los medios de comunicación ya que no deja de ser un negocio donde gana el que más apuesta. Porque en una serie las rubias sean catalogadas como chicas hermosas pero algo tontas, no significa que en la realidad lo sean. Es más, seguro que son las primeras que se esfuerzan en romper esa idea.

Basta de todo esto y más.

Dejemos de lado todas estas mierdas que no hacen más que condicionar y convertir al ser humano en alguien que no son y comencemos a respirar.

Respirar y sentir esa libertad nunca vivida anteriormente. Esa sensación de ser tu mismo sin importarte el resto del mundo, ni sus comentarios,  ni sus gritos, ni sus habladurías...

Respirar y buscar ese momento bajo la lluvia en donde el tiempo pasa lentamente limpiando las mentiras cometidas anteriormente.

Respirar y luchar por esos sueños que todos tenemos en nuestra máquina de ideas pero no dejamos salir por miedo de no ser las correctas. Dejémoslas respirar para que esos sueños no se queden en eso, en sueños.

Ser uno mismo.

No hay verdad más pura que ser unos mismo, por lo que si no te ha quedado claro... 
respira.

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